Egresada el 2009 de nuestra Escuela, Vera Sielfeld es Diseñadora Industrial enfocada en la creación de productos relacionados a la moda femenina, como aros, collares y bolsos, y complementando con algunas prendas de vestir específicas. Señala que está muy de acuerdo a que el diseño esté, de alguna forma, lo más ligado posible al Zero Waste, bien pensado, con materiales nobles y de buena calidad. Nacida en Alemania, llegó a Chile cerca de los 7 años, para residir en Viña del Mar.

¿En qué se encuentra tu desarrollo laboral actualmente?

Hace casi 13 años que llevo trabajando en el tema de la moda. Lo llamo así porque la gente lo ubica de esa forma, pero en el fondo es diseño de accesorios femeninos, ya sea joya textil o bolsos, carteras, prendas que sean utilitarias. Me dedico a esto casi desde que salí de la Escuela, porque en esa época uno no sabía mucho qué hacer, no estaba tan desarrollado como ahora en cuanto al Diseño Industrial o de Productos, entonces empecé a hacer cosas por mi cuenta con unas compañeras, y por mi lado hacía trabajos más textiles, con la máquina de coser. Ahí me fui metiendo de a poco, y estaba este boom de las Ferias de Diseño, chiquititas e incipientes que se hacían todos los fines de semanas, en Santiago o distintos lugares. Empecé a vender los productos que hacía, la gente estaba interesada en ellos, les gustaba, lo que me dio más energía para seguir. Me fui metiendo muy de a poco, no fue pensado si no que se fue dando solo.

¿Cómo se utiliza la creatividad dentro el mundo de la moda?

Soy muy de experimentar; esto también empezó probando con materiales no convencionales, cómo se comportaban, harta prueba y error. Mis accesorios textiles, la línea más básica que sigo haciendo, es con cuerda de nylon forrada con tela, porque en esa época no había colores de cuerda, nada para poder distinguirlo de una piola náutica, con distintas telas las fui forrando, aplicando los nudos y los trenzados. Uno puede tener una idea general, pero debes meterte a probar, experimentar, ver qué resulta y qué no, ir combinando cosas. Eso es algo que me enseñó la Escuela, que trabajábamos con materiales muy básicos y los transformábamos en unas cosas espectaculares, que nadie podía darse cuenta de qué estaba hecho. Eso quedó muy grabado en mí: como un material muy básico o raro, que no está hecho para usarlo de esa forma, si se puede utilizar de otras maneras y darle un nuevo uso.

¿Cómo impacta tu labor en la comunidad?

Por un lado, puedo acercar el diseño a la gente, ya que es un producto que se usa día a día, es algo utilitario de la vestimenta, en la forma en que se viste la gente, les arma el look. Yo entro por ese lado ahí, y les doy la posibilidad de acercarse al diseño, de dar a conocer que es posible hacer cosas distintas, creativas, con materiales raros o que nadie pensaba que se podían utilizar para eso. Las prendas que yo hago tienen un rol muy utilitario, que sirvan, sean prácticas y tengan un diseño bien pensado.

¿Cuál es tu mirada respecto de cómo se inserta el diseño en Chile?

Debe insertarse de una manera que facilite la vida de las personas en alguna forma, eso es lo más importante. También pasa por un tema que ahora es mucho más accesible el diseño. En la pandemia la gente empezó a comprar online, antes muy pocos lo hacían y ahora todo el mundo lo hace, se acostumbraron a eso. Ahí entró de lleno el diseño, ya sea desde la experiencia del usuario, la creación de las páginas, de servicios y productos en sí; fue un boom para que la gente se acercara de alguna forma. Y ahora como están cambiando las cosas, creo que es una instancia para integrar el diseño, que está en todo, desde que planificas tu día, lo que vas a comer, todo está pensando desde alguna forma. Quizás pensar más las cosas y hacerlas con un sentido para que perdure. No es diseñar por el hacer por hacer, debe haber un trasfondo en todo.

Según tu experiencia, ¿Cuál es la esencia de nuestra Escuela?

Enseñar a pensar, a darle sentido a las cosas, que todo lo que uno haga tenga un sentido. Aparte de ser creativo, creo en el hecho de tener que hacer algo y entender por qué lo estás haciendo, o sea tiene que haber un fundamento. Eso es para mí lo más importante, eso te marca y después se lo aplicas a un montón de cosas. El hacer fundamentado, no hacer por hacer. Porque uno ve mucha gente que diseña y hace cosas, pero ¿cómo llegaste a eso? ¿Qué sentido tiene?

¿Qué elementos distintivos de la e[ad] crees que se impregnaron en tu forma de hacer las cosas?

Tiene que ver con lo que mencioné antes, de hacer cosas fundamentadas, y obviamente para solucionar esa problemática hay que observar. Eso es lo que deja la Escuela, observar el entorno, qué es lo que hay al rededor tuyo, cómo se comportan las cosas y ver cómo poder resolver el problema que estás abordando. A veces me encuentro con cosas que quiero hacer, o con experimentar con algún material, para eso también tiene que haber un paso previo que es observar, ver qué pasa con ese material, con esa problemática, o qué otras cosas existen ya. Me marcó mucho eso.

¿Qué es lo que más recuerdas de tu paso por la escuela, más allá de las clases?

La Escuela igual era bastante chica, por lo que todos éramos muy cercanos, los cursos eran pequeños y no había mucha gente. Entonces siempre se hacían actividades extracurriculares, como cine, el navegado, era entretenido eso, la junta social. Y las travesías, que son parte de la malla, pero aprendí todo lo que es trabajo en equipo, en grupo, la convivencia, esos viajes donde estás diez días con tus compañeros y tus profesores. Hay que vivirlo.

¿Qué consejo le darías a las generaciones que están egresando este año?

Lo más entretenido es emprender, y si es que no tienen los medios para hacerlo, lo pueden realizar paralelamente a una pega fija. Pero en el fondo, si tienen una idea en mente o un proyecto, no se queden ahí, traten de hacerlo, sobre todo ahora que es mucho más fácil. O sea, antes con suerte había Facebook, piensa en todos los medios que existen hoy para hacer una marca, un producto, está todo tan a la mano que uno puede hacer tanto con tan poco. La imagen que uno puede darle al cliente, puede vender muy bien el proyecto siendo una idea muy chica. Yo no le daría muchas vueltas al tema, hay que darle no más.

Si tuvieras que asociar una frase a la Escuela, ¿cuál sería?

Creatividad y oficio.