febrero 4, 2013

Lo irregular de la extensión natural traída al espacio habitable, lo singular del lugar.

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Bosque Quilín en el Lago Ranco.

Un bosque natural que ha sido incorporado a un jardín.

Aquí estamos ante y dentro de una relación de habitabilidad y naturaleza. Podemos conjeturar hoy que una naturaleza en un estado de total virginidad ya no podemos encontrarla, llevando esto a un extremo podríamos decir que una extensión natural intocada al recibir un nombre deja su naturalidad absoluta al estar nominada y distinguida, separada de una continuidad o totalidad indivisa.

Este es un bosque convertido en jardín, los árboles han crecido sin una trama dibujada, sin una geometría reconocible. Para convertirlo en jardín se ha regularizado su suelo, es una superficie contínua, sin accidentes y donde el asoleamiento lo permite se lo ha cubierto con pasto que se mantiene cortado.

El bosque es una formación natural que se aproxima a un recinto habitable, se lo puede traspasar, permite transitarlo, hasta es posible una cierta permanencia. Hago presente este grado de habitabilidad ya que otras extensiones naturales como  un rio de lava  solidificada en un volcán no permite ninguna habitabilidad.

En la naturaleza se puede sobrevivir sea por accidente o por estar instruido para ello, pero habitamos en el espacio abstracto que no requiere de instrucciones para que la vida se de en plenitud.

El espacio habitable lo construimos a partir de lo regular y homogéneo, ya que  primeramente es un espacio mental. De este modo lo irregular es tolerado como lo que está afuera, la naturaleza es lo que queda fuera del espacio. Es lo que se vislumbra pero no se ve.

La conversión del bosque en jardín que se ha hecho por medio del suelo regular, se trae al espacio habitable lo irregular como un valor. Así lo irregular está incorporado al espacio abstracto del prado, lo irregular como irregular. Ahora esto es una construcción que tiende a cantar la singularidad del lugar, en la disputa de lo regular visible y la irregularidad que no se deja ver, como en el croquis que vemos con facilidad a través de los árboles pero los troncos con su irregularidad a pesar de haberlas trazado no llegamos a nombrarlos.