noviembre 25, 2011

Cubícula de Emergencia en Parcela 172 en Reñaca Alto

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Cinco ambientes independientes, cocina, baño, servicios de agua potable suministrada a través de cañería y acceso a la vivienda, cambiaron la vida de una familia extendida (10 personas) que hasta la semana pasada convivían en una vivienda precaria de un solo ambiente, en Reñaca Alto, en la parcela 172.

El Taller de V año de Arquitectura gestionó, estudió, proyectó y construyó esta Cubícula de Emergencia en dos meses. “El 12 de Septiembre 2011 es la primera visita de los estudiantes al lugar y el 12 de Noviembre se entrega en un acto de celebración la obra a sus moradores. En dos meses de gestión, estudio, proyección y construcción se encuentra la proposición erigida en estado de obra gruesa habitable”, señaló David Jolly, arquitecto y académico responsable del Taller junto a los profesores David Jolly, David Luza, David Díaz y Álvaro Mercado.

La Obra

Estudiantes y académicos se hicieron presentes en el lugar y, luego de observar el terreno, su geomorfología y la situación de riesgo en que vivía esta familia, proyectaron una vivienda que pudiese cobijarlos dignamente hasta que pudiesen acceder a una vivienda definitiva. “El refugio bajo el cual habitan está ubicado en un sitio en pendiente de una quebrada orientada al noroeste”, explicó Jolly.

En un primer momento el Taller se propone diseñar 5 dormitorios considerando los distintos grupos etáreos y el número de personas que integran la familia y, luego se propone “lograr un suelo común, artificial, horizontal y disponible para congregar a este grupo humano en un espacio no constreñido. De este modo surge una terraza de madera que constituye un interior al aire libre que permite estar, residir en él a la vez que es el vínculo entre todos los interiores”, subrayó.

“La faena es compleja porque no sólo es la mediagua sino también la habilitación del lugar para que puedan, por un lado,  acceder al interior y por otro, tener acceso a los servicios de agua”, puntualizó David Luza en septiembre 2011 al inicio de la obra. En la ocasión, el profesor también explicó que los adultos mayores de la familia tenían una discapacidad motora que les dificultaba los traslados y que el acceso al agua potable estaba mermado por la falta de alcantarillado y el curso natural que tomaba la evacuación del agua.

 

Hoy los habitantes de la parcela 172 cuentan por un lado, con una red de agua potable y una fosa séptica con su respectivo drenaje lo que redunda en contar también con un baño con W.C. ducha y lavatorio y una cocina ( realizada por una titulante del Diseñador Industrial, Ricardo Lang); y, por otro, cuentan con una rampa que permite a los mayores el acceso a la vivienda en sillas de ruedas y una vía rápida por medio de una escalera.

Gestión y solidaridad

Una mediagua facilitada por la Municipalidad de Viña del Mar y donaciones  de profesores e[ad], miembros de la Comunidad de Schönstatt, la Escuela de Arquitectura y Diseño de la PUCV, la Corporación Cultural Amereida, la empresa Concon Maderas Impregnadas y  la empresa Dimasa, hicieron posible contar con los materiales necesarios para levantar la Cubícula, un peldaño importante para dar dignidad a la vida de diez personas que estaban en condiciones de hacinamiento.

Finalmente Jolly señaló que “lográndose más aportes se podría llegar a un estado de terminaciones, tanto en los interiores como en el exterior”.

 

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