Examen de Título III, Diseño Gráfico.

Alumnos: Sandra Gatica y Sebastián Alfaro.

Las Travesías de Amereida como objeto de estudio pueden conducir a proposiciones formativas y educacionales de un modo de situar un viaje de estudio dentro de una perspectiva americana donde arquitectura, diseño, escultura y poesía participan del territorio y se ubican en un punto determinante del mapa; dicen aquí, y erigen un signo (u obra leve) que canta el ha-lugar –o lugar poético– que Amereida propone para América.
Anterior a dicho estudio general –que ve a todas ya desde fuera– cada una de ellas se nos presentan con ciertas cualidades que las hacen únicas y con otras que hacen la diferencia.

El viaje, el lugar, la obra, el número, su palabra poética, su pregunta por la cuestión americana, etc. trazan una constelación de enunciados que cobran forma en el mapa de América como unos estigmas y marcas de la palabra y la acción… como una marcha por la construcción de un ha-lugar en la comprensión del continente americano  y su ethos (comportamiento).

La enciclopedia es una manera circular de plantear la instrucción (ciclo y paideia). El catálogo es una suma de objetos en relación y tiende más a conformar ramas de conocimiento.

Los viajes describen siempre una ruta que parte de un trazado territorial, a algunos aéreos y otros marítimos; que atraviesan el continente como vertientes americanas que inventan sus propias aguas.

La cartografía junto con la tipografía han hecho sendos esfuerzos por mostrar al mundo lo a sus ojos desconocido. El lugar es presentado a través de una resolución morfológica en planta (de fuera siempre) para enfrentar al lector con el hecho geográfico total (su zona de influencias); y la letra viene a notar la luz en que se va, en cuanto a la palabra poética y a la palabra del oficio. Ambas construyen su sintaxis  y estructuran una suma textual que nombra la aventura de la Travesía y la llama de una manera determinada –cada vez como innombrable.

La historia ilustrada del continente y a la vez textual a partir de Amereida, por donde las travesías  atraviesan el ha-lugar americano, es un esfuerzo permanente de re-ubicarse en un suelo común.

Este esfuerzo totalizante del registro para notar la embergadura que las Travesías conllevan, carecen al mismo tiempo de espesor puesto que la dimensión del tiempo está restada, o mejor dicho relatada.

Es esta distancia (entre acontecimiento y acto),  este modo de situarse afuera, es el que permite al diseñador abordar una totalidad en formación, en curso; porque ha estado dentro (su propio tiempo de Travesía), y ve cómo el cartógrafo y el relator –desde fuera– nos muestran un interior.

La constelación es sólo posible a la distancia, precisa de un inmenso espacio y tiempo para que la figura surja en la mirada con una forma única y propia del hecho observado.

Los observables de este trabajo han sido hechos extraordinarios, no actos de la cotidianidad. Por lo tanto, su presentación es legítimamente austera y simple ^[1]Pareciera ser que lo ordinario esta lleno de su decorado, recargando la existencia de elementos innecesarios. para dejar al lector ante el enigma o complejidad de cada Travesía.

Los objetos distinguidos como textos, notas, fichas, referencias, dibujos, fotografías, planos y mapas, aparecen como guardando silencio con la esperanza de constituirse en un todo, como todo lo que tiene un mismo origen. El compendio suma 4 volúmenes:

• Volumen 0
  Estudio y recopilación exhaustivo, Travesía Isla Mocha 2009.
• Volúmen I
  Estudio carto-tipográfico de la puesta en página.
  Proto-Travesías 1940-1983
  Travesías Catálogo 1984-2009, zonas A,B,C
• Volúmen II
  Travesías Catálogo 1984-2009, zonas D,E,F,G,H,I
• Volúmen III
  Travesías Catálogo 1984-2009, zonas J,K,L,M,N,O,P
  Orto-Travesías (las que están fuera del continente americano)

Hubo una experiencia editorial entre 1989 y el 91’ en que varios proyectos de título de diseño abordaron este registro, se trata del libro Amereida Travesías 1984-1988; hemos querido retomar este camino de documentación de las Travesías para encontrarnos con un trazado amereidiano sobre nuestro continente, una huella distinta a las de las arenas, una marca, un hito que erige su aquí en América y por consiguiente un ha-lugar para el mundo.

Sé que el libro y la reproducción hacen caducar al texto y al presente de la palabra, o a lo que va aconteciendo; por ejemplo, las próximas Travesías por partir –que no cabrían en este proyecto… quedan fuera. Sé que es necesario pensar soportes que actualicen los contenidos cuando los hechos ocurren; las enciclopedias, catálogos, compendios o listado se constituyen mejor en una realidad digital de disponibilidad abierta. Pero, a su vez, la realidad del papel es un formato universitario de entrega de una proporción observada; aún estamos en la antigüedad del vocablo.

Mi nostalgia ha podido más que mis novedades –hasta ahora.