julio 6, 2009

El Pabellón Isolado. Regalo a los Alumnos que Egresan

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Pliegues del RegaloEl viernes 19 de junio se realizó el acto de bendición y entrega de los regalos a los alumnos que egresaron el primer trimestre del presente año. El regalo se tituló esta vez El Pabellón Isolado, aludiendo a un fragmento del poema De Noche Perpendicular del profesor Manuel Sanfuentes y que a su vez dio nombre a una obra en la Ciudad Abierta trabajada por la profesora arquitecta Isabel Margarita Reyes.

A Continuación se transcribe el texto que hace de colofón del regalo en donde se narra el proceso de nominación de la obra y al mismo tiempo se hace patente la relación entre arquitectura y poesía; al final el texto íntegro del poema aludido.

Los egresados son los que siguen:

Arquitectura:

Diseño Industrial:

Portada del Regalo

Colofón

Esta instancia gráfica y de finiquito, que da cuenta de un trabajo creativo editorial y que ha venido a llamarse colofón, tal como la ciudad jónica de la Grecia Antigua –actual Turquía– del mismo nombre, ha significado profundas reflexiones en torno a los pasos que una ronda creativa va dando y que va conformando un cuerpo que se edifica en esa misma capacidad del hacerse en conjunto.

Así procediendo, el presente regalo con que la Escuela despide a sus alumnos que egresan este trimestre tiene un precedente capital al momento de referirnos al cómo se da aquella demora que nos conduce a la obra.
Isabel Margarita Reyes un día cualquiera de hace un par de meses en algún pasillo de la casa de la Escuela me señala que la obra que estaba trabajando en el Taller y que construían a un costado de las Torres de Agua en la Ciudad Abierta le habían nombrado El Pabellón Isolado; como las palabra me parecían llenas de sentido yo asentí sin mucha propiedad y con un dejo de tierno consentimiento; Isabel me llama la atención y me indica que aquel nombre había sido tomado del poema De Noche Perpendicular que desde comienzo de año estaba expuesto en el Hall de la Escuela y que había sido escrito y leído para la recepción de Primer Año e ilustrado por los mismos alumnos en un acto bellísimo y principiante.
No caía yo en la cuenta aún de lo que ella me decía; mi indolencia y una poética sin destinatario me había dejado absolutamente fuera de una familiaridad que el oficio demandaba gratuitamente; fui yo allí enseguida a buscar el verso aludido, no tardé mucho en caer en mis propias palabras, ahí estaban al principio del poema como un “vapor en el rostro ajeno del pabellón isolado”.

¿Cómo es que un poema pueda dar nombre a una obra sin que siquiera anticipe nada de lo que la obra ha de llegar a ser? ¿el nombre del acto que da forma a la obra, acaso es el mismo nombre que propone el poema? Estas y más preguntas me surgían como una dudosa problemática de cómo es que de veras se llega a dar nombre a lo que se hace.
Pero antes, me decía que un oficio es aquel que tiene palabra y que es la poesía la que da nombre a las cosas; y que la palabra es pues distinta al nombre, porque la primera trae lo observado y el segundo abre lo hecho.
El caso del Pabellón y su proceso de nominación bien señala cómo el oficio –en este caso la arquitectura– se aproxima a darle nombre a la obra que propone, nombre éste distinto al del acto arquitectónico que edifica la obra.

Hemos representado la forma del pabellón a través de un trabajo plástico de pliegues que se erigen del plano; estrictamente nos distanciamos de su fiel proporción para construir el espacio gráfico que a la página corresponde y hemos dado el paso de lo perpendicular del poema a lo diagonal de una lectura, podríamos decir, escorzada.

Saludamos y despedimos a los alumnos desde la intimidad que en ellos mismo se ha ido constituyendo como un oficio y que desde hoy queda depositados en sus manos y sus corazones.

.:Tig:. Taller de Investigaciones Gráficas

De Noche Perpendicular

Marzo 2009

1.
La puerta corrige el regreso
la divisa latente adquiere el guiño extranjero
no menos
el vapor en el rostro ajeno del pabellón isolado
la cruz en sangre     impedida
repite

2.
Atenta
al cabo   reluce la cuerda tentativa

las rectas parecidas preludian perpendicularmente
la trama
la guía antigua     imprime la ausencia
y al propietario olvida
en la plegaria
la mano rehace el propósito

3.
Se protege en el auxilio absorto
la voz perdona esa antesala sin palabras

la marea imperfecta condenando la lucha
el pasajero entre las piedras
la suerte del día si no llega
esperando quedan las jarcias
las velas imparentadas

4.
Al margen
la fábula reproduce la copa animada
el carril contenta

tras el marco
una mujer perfila la perspectiva
abajo
la tienda reposando sin su consentimiento
una casi lejanía tres el vidrio
indica perentoriamente
el bozal

5.
Abrigo
corazón depuesto
el imperdible que sella la romería infeliz

no éste que fallo
el cerco que traza
un periplo sin cazarle

hurtado en el vado condicen sus pies
la muerte ahuyentándonos

6.
La luz que decae en su vestido
sueña el palacio
el esfuerzo del modelo
petrifica

el atril colorea sus mejillas
el parecido se aleja de mis intenciones
un rostro apabullado
perfora en la belleza
exactamente imperfecta
me retrata

7.
En el cincuenta
regresaba del gentío
al pie reacio oponíanse

y al número parecía acogerse la continuidad
entre vestibulares
imposible mentir en sus ojos nuevos

si había dicho yo
apenas un exponente

8.
Torrencialmente
ningún día se apersonaba

una batalla en la grilla     concebía esta sonata
en su boca el escrutinio calificaba
insignificante
y sus pasos cotejaban nuestra audacia

hubiese olvidado sino

estaba en aquel esfuerzo
abnegado

9.
Clásico
el sonido se modulaba como a mi lado
el entendimiento sufría en la vigilia

el juicio era enorme
la fotografía parecía un bordado adyacente a mis intereses

al borde del amanecer dejé mi cuerpo corregir la historia de esa imagen
demoré en volver hasta ese punto
las fuerzas claudicaron sin mi colaboración

10.
Admiraba la cofia delante
un tris perentorio infinito destaca
y revoca el tamiz a norma del clérigo

una fugaz admiración apremiaba
enlosando su frente con un beso

11.
Por tregua encendida
la cumbre tajante servía

mi nombre     mi escaso y notorio elegido
un despacio corrigiendo la nube entre los senos
el robo en el borde del principiante
se hurta

12.
Y el ajeno devora en la tabla tierna la mueca

en la mano el hendido despeja lo aún sin seña
el atril que abandona el paisaje
un mendigo del cielo pidiendo la noche

13.
En la jerga se abría un amor que la sílaba moderaba
con el tiempo

volverán las tangibles a osar
en mis manos
las reglas

un dedal que su uso descose
al hilo vencido

14.
O la letra que insiste su pliego
el temor de la mesa delante

otrora
la tecla perfora la lengua
el jazmín prefiriendo sus labios

la proyección de su dicho
en ausencia

15.
Tan letal este antiguo perfecto

el blanco terminaba en sus ojos muertos
peregrino     descorría su sombra del huerto
ilegal
en la línea
imperfecto

16.
Patente de nulas terceras
la siesta de pie todavía lacera

un candor general en el pasamanos
lucía el decoro del gesto

las fachadas encendían el día
y en las ventanas
el recuerdo de alguien vencía en el reflejo

17.
Por fin
la entereza del mar mecía

la secuela del agua
persuade mis negativas

el palacio jura en su altura
la certeza no basta tendida

18.
Te confirma la grada en secreto
te ciego si admito el milagro

quiere otra     sus lágrimas prueban
filial
el encanto que todo promete

19.
Y desde fuera mi vista en su cintura

la trenza inteligente que precede a la celada
el paso aquí     común del pacto

la jornada bien recibe
el antebrazo

20.
Las aguas participan de la ciudad
tu pertenencia

el claro que conduce
el genio de la escalera

arriba     abierto
calando en la noche
tu bienvenida
o presente

Alumnos que Egresan

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