La Ciudad Abierta, bajo el concepto de que en ella no existen límites para la imaginación y se aceptan todos los oficios, comprende un extenso campo dunario, humedales con una extraordinaria diversidad de flora y fauna. La ciudad se defiende por medio de la hospitalidad y la palabra que ilumina a cada obra.

Esta semana, la Comisión Bicentenario reconoció su aporte como una de las grandes obras de los últimos 50 años con el Premio Obra Bicentenario 1960-2008, junto a otros 30 proyectos ubicados en distintos rincones del país con un factor común: fueron pensados en el desarrollo de Chile.

Se otorgó esta distinción especial a destacadas intervenciones urbanas emplazadas en el río Mapocho, entre ellas, el Parque de Los Reyes, la ruta Costanera Norte y la futura limpieza de sus aguas, obras que juntas permitirán que el en el futuro el río se transforme en la “Alameda del siglo XXI”.

Otras de las construcciones reconocidas son: el Aeropuerto de Atacama, el estadio Sánchez Rumoroso de Coquimbo, el edficio de CEPAL en Santiago, el Embalse Puclaro y la Medialuna de Rancagua.

El Premio Obra Bicentenario destaca las iniciativas que han cambiado la fisonomía de las ciudades de Chile y con ello, mejoraron la calidad de vida de las personas.

Se trata entonces de una distinción, que reconoce y pone en valor a aquellas construcciones que por sus características e impacto son identificadas como hitos urbanos. Para la selección de los distinguidos, se invitó a participar del proceso a las entidades vinculadas al área de construcción y urbanismo, tanto del sector público como privado.

Participaron la Cámara Chilena de la Construcción, el Colegio de Ingenieros, el Colegio de Arquitectos, la Asociación de Oficinas de Arquitectura, además de los ministerios de Vivienda y Urbanismo, Obras Públicas, Bienes Nacionales y el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, además de las escuelas de Arquitectura, de Ingeniería Civil y Construcción Civil de diferentes universidades del país.

Pese al amplio abanico de proyectos que se presentaron en esta oportunidad, los criterios que primaron a la hora de identificar a las obras nominadas fueron tres:

1. Valor arquitectónico
2. Infraestructura y
3. Espacio público-urbano.

Es por ello que se solicitó a cada región que escogiera una obra que desde la perspectiva local mereciera este reconocimiento. Asimismo, a nivel central un comité evaluador distinguió otras 15 obras que son merecedoras del Premio Obra Bicentenario 2009.

Según el decano de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo, Arturo Chicano, este reconocimiento los llena de alegría y destacó la labor del equipo de fundadores de Ciudad Abierta que tuvieron la visión de dar origen a este espacio poético y arquitectónico.

En su interior viven 12 familias y cada semana se reúne un grupo cercano a los 500 alumnos.
“Es un reconocimiento a la persistencia de una visión de la arquitectura, del arte y del diseño. Un premio a la persistencia de la relación de palabra poética y arquitectura, al pensamiento de una visión muy particular del continente americano, a la visión de la pregunta persistente por el origen de las cosas”, explicó Arturo Chicano.

En Ciudad Abierta, actualmente vive un grupo de 12 familias y cada miércoles se reúnen alrededor de 500 estudiantes, quienes realizan actividades relacionadas con arquitectura y diseño al aire libre

Para José Balcells, uno de los fundadores de Ciudad Abierta, este premio es más que merecido, considerando el empuje que la escuela le ha puesto a un lugar donde cada obra no está terminada y en constante actualización.
“Llevamos tantos años construyendo la Ciudad Abierta, con un empuje de titán, sacrificando la vida personal para esto. Un movimiento artístico sustentado en una obra concreta y coherente, que haya durado 40 años es algo que no ha ocurrido en otro rincón del mundo”.

Académicos de la Escuela reciben premio Bicentenario

En representación de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Católica de Valparaíso, asistieron además su decano, Arturo Chicano y el profesor Juan Purcell.

“Recibimos con sorpresa este grato reconocimiento, se nos da como un regalo, un don que aceptamos con mucha alegría y una especial dedicación a quienes tuvieron la idea de fundar la Ciudad Abierta, nuestros maestros y profesores de la Escuela de Arquitectura y Diseño” “Creo que el permanente cambio y la búsqueda de un origen propio de América es la idea central de quienes la fundaron y que la han sostenido hasta hoy. Respecto de qué une a los diferentes hitos reconocidos, Chicano dijo que todas constituyen un momento de la historia de Chile, importantes aportes a la arquitectura y a la vida del país.

En palabras de Miguel Eyquem, uno de sus fundadores, la Ciudad Abierta “la primera fundación de una visión de América, es el inicio de una lonja de las que puede haber más muchas en Latinoamérica, que van de mar a mar, en el Pacífico y terminará otra en el Atlántico”.

Fuente: Noticias PUCV

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