agosto 18, 2008

Las Calzadas de las aguas de Ciudad Abierta

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Esta obra  en Ciudad Abierta consiste en la construcción de un lugar que satisface la necesidad de baños y agua para la Cultura del Cuerpo, actividad deportiva a la que concurre gran parte de la Escuela de Arquitectura y Diseño cada miércoles.

El encargo es asumido por el taller de obras, instancia conformada por profesores y alumnos. El caso arquitectónico a estudiar y proyectar consiste en un lugar en los terrenos de la Corporación Cultural Amereida, Ciudad Abierta, en el que se desarrolla la Cultura del Cuerpo, asignatura a cargo de los profesores de educación Física de la PUCV y profesores de la Escuela de Arquitectura y Diseño. El caso se aborda proponiendo una lectura de la extensión que parte de la observación de una naturaleza ocupada, habitada en un acto recreativo al exterior, al aire libre (Cultura del cuerpo) y que orienta el encargo hacia la proyección de un lugar-patio, un semi interior, que permite habitar ese entorno, hoy naturaleza casi sin intervenir. Generar la posibilidad de habitarle no solo durante la actividad deportiva sino durante los momentos de pasividad, de descanso, de distensión, anteriores y posteriores al juego en los que el agua, el sol y la duna, son los elementos protagonistas para lograr una gestualidad y postura en distensión. Dicho de otro modo, proyectar un lugar para el “restauro” en directa relación al encuentro colectivo en lo común de un sitio y una actividad. Existe hoy en Ciudad Abierta una naturaleza intervenida levemente, en la armonía entre el contexto, su ocupación y la obra. Esa justeza quiere lograrse en la relación entre forma, lugar y uso, con un primer elemento arquitectónico conformado por los suelos del lugar, «las calzadas» y así conformar la primera magnitud de la obra, conquistar la extensión total antes de implementar una infraestructura consistente en baños y aguas. El uso, es observado en la forma en que los alumnos de la Escuela se relacionan entre sí y con el lugar antes, durante y después de la cultura del cuerpo. Si atendemos a esa experiencia, en la cultura del cuerpo, cada día miércoles, no solo se va a hacer deporte, sino que se trata de  un encuentro entre pares, amigos, compañeros, profesores, en un lugar que recibe con un acto poético a cargo de los poetas. Además, se camina entre dunas, docas y vegetación para alcanzar los baños, se va a ellos muchas veces acompañado, y en ese recorrido largo se dialoga, se descansa. ¿Por qué no tener un lugar para todo aquello?; y que además sea el lugar en que se obtiene el agua para hidratarse y descansar ante la tensión que el juego provoca. Grata tensión por lo demás, pero tensión, sed y cansancio son parte de aquello. El agua entendida así se quiere proponer bajo una condición en que se manifiesta para todos los sentidos, un agua que se bebe para saciar la sed, pero en esa saciedad construir el modo de hacerlo. Eso es “con lugar”. El lugar para un agua que se bebe, se ve, se toca, se escucha, que permite mojarse en abundancia, empaparse, y beber con discreción. Y como lugar, no solo tener la posibilidad de ir y venir al agua, sino permanecer en ese lugar, en un encuentro multitudinario del que todos son parte. Un lugar que regala la posibilidad de demorarse.

Estos aspectos, además de ser observados en las actividades desarrolladas en Ciudad Abierta, corresponden a las opiniones, experiencias y anhelos que los propios alumnos han manifestado en diferentes instancias de consulta en torno a este proyecto del taller de obras, y también las orientaciones que en la ronda de arquitectos de Ciudad Abierta se han planteado.  Se encuentran construídas 3 calzadas. Entre ellas, dos baños y cuatro bebederos suministran el agua. Estos consisten en cuatro  verticales de hormigón, portadores del agua. Cada bebedero ha sido proyectado a partir de un modo de estar junto al agua, uno proponiendo un juego para mojarse, el otro un brillo, el otro una mesa para el agua y el cuarto una vetical en la que el protagonista es el murmullo del agua. Durante este año 2008 se construirán las conexiones entre calzadas y un grupo de sitiales o bancas para dar continuidad y completitud a lo existente.

Durante parte del desarrollo de la etapa 2008 de este proyecto, se ha contado con el apoyo de Holcim Group, con representacion en Chile del grupo Polpaico.

Este proyecto fue posible gracias al convenio con la empresa Polpaico

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