diciembre 21, 2005

Examen Taller de Diseño I. Trimestre III, dic. 2005.

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En el ejercicio de viajar, hoy en día es común ir a cualquier parte; está dado; el mundo le ofrece al viajante ocasional un abanico de posibilidades en el cual la única restricción es el acceso al crédito. Asi todos van a Buenos Aires, Montevideo, La Paz, Punta del Este, etc. Por eso ir a América es mucho mas complejo y difícil. Es una invención.

Para ir a América hay que constituirse en Huésped, nos dijo el poeta. El Huésped escucha atentamente, se emociona y llora al reconocerse en la figura del héroe que funda la historia de un pueblo;  esto nos enseña Odiseo; esto nos enseña Homero.

Nosotros, para ir a América, escuchamos emocionados al reconocernos en el ser de las utopías que fundan este continente.

Para ser Huésped primeramente escuchamos la utopía del paraíso en la tierra de las misiones  jesuitas en San Ignacio de Mini. Que extraordinaria síntesis del discurso de La Edad Dorada del  Quixote donde Cruz, Espada y Letra se funden en una misma acción.

Para ser Huésped, en segundo lugar, escuchamos la utopía de la democracia americana para los americanos en el despliegue de una ciudad que principia: Brasilia.

Para ser Huésped, en tercer lugar, escuchamos el son del Dorado, utopía del poder y la riqueza inconmensurable, para quien nada tiene, allá entre Ouro Preto y Río de Janeiro.

Y finalmente  escuchamos nuestra propia utopía al dejar en San Francisco de Córdoba el Signo de esta travesía al que llamamos “Signo del Pacífico en el Mar Interior de América” y lo constituimos como cenotafio al poeta Ignacio Balcells.

José Balcells E.

 

El episodio que narra el paso de la incisión a la lectura no está escrito; la letra es el promontorio de una ecuación de proporciones con medidas invariables. (Ver exposición Talleres Diseño Gráfico IV y Gráfica e Industrial III)

El curso de primer año de Diseño acontece en este episodio; el estudiante delinea, talla; la piedra puede recibir incisiones, puedo marcar en ella; puedo forjar; perfilar el canto y concebir la unidad del nombre con la cosa.

Se parte del recorte, del pliegue y del despiece; el dibujo recorre desde el retrato hasta la axonométrica de la forma; el material va desde el hilo hasta la soldadura de dos metales.

Se prepara la arena para hacer un trazado, jugamos a los puntos y las líneas y nombramos el transcurso con un poema hecho entre todos.:

En un lugar
la luz enseña el círculo acorde
o doble faz del pliego recto

la cinta endulza
la arena temprana

azul permanente
en lo hilos similares

la línea única
el cono
la suerte suya

encuentros por encuentros
el viaje no ciega
admira

posee
la fortuna del número

la cúspide piramidal

amanece

levanta la frontera
cruza

el rey adivina

encomienda de la luz sin prisa
atiende dentro

la figura canta
dobla
uno

o el cielo a trazos
vastos

alto el elegido

surge de raíz
inicia

el tramo venturoso

luce
lamina

toma el lado
cabalga en compañía

fiero parecido
aviva
tiene más

acrecienta
no cesa

va
determina

 

Interior americano, cuña, aguas que nacen de dentro, ríos; la travesía es sin resolución, el juego tampoco daba el curso.

Partimos de travesía con las premisas más que el lugar; dibujo exhaustivo, edición, talla, impresión, escultura, palabra en acto; memoria.

Misiones, utopía de la integración sobrenatural; Brasilia, la ciudad moderna americana, autonomía de proporciones, gran tamaño (ver Teotihuacan), amplitud, vastedad, futuro; Ouro Preto, espíritu de lo sobrenatural en la forma, densidad del recodo circular, mestizaje en la maestranza, patrimonio.

Río de Janeiro, la urbe particular civilizada, la población, la disparidad, no el pueblo; Itajubá, lo interior, la universidad y la ingeniería, aplicaciones, hospedaje, vida en repúblicas, comunidades de estudiantes, al interior fazendas, Río Manso; San Francisco de Córdoba y lo escueto de un recodo, el signo escultórico y la dedicación ascética de la obra en nombre de un poeta, Ignacio Balcells.

Nos exponemos; hacemos un domo de 6 pentágonos 40 triángulos, cabemos todos, blanco también; dibujamos los contrastes, entintamos, pasamos el papel por el rodón, reproducimos; distinto es imitar (Leer El Trabajo del Arte en la Era de la Reproducción Mecánica de Walter Benjamin), capital; la serie, la numeración; cuántos; el original es una reminiscencia; uno se remite a los borradores de Leonardo.

Desde ahí el integrador; todo el quehacer como una observancia: Ludwig Wittgenstein matemático, lógico, filósofo, arquitecto, diseñador, poeta… que! La forma, la refinación de los límites; el escozor, la minucia y la determinación.

Manuel F. Sanfuentes