Alrededor de 140 alumnos visitaron la Escuela de Arquitectura y Diseño en el marco del Día Abierto PUCV. Como es tradición en la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, durante un día las distintas facultades abren sus puertas para recibir a estudiantes de distintos colegios y establecimientos educacionales que están ad portas de egresar, adentrándose en el proceso de elegir una carrera.  El fin de esta actividad es que los jóvenes vivan la experiencia universitaria, teniendo la oportunidad de conocer a profesores, alumnos y la metodología de aprendizaje de su carrera de interés. En la Escuela de Arquitectura y Diseño, la jornada comenzó con la bienvenida del arquitecto y director de la Escuela, Rodrigo Saavedra, quien hizo una breve introducción respecto a la comunidad de la e[ad], su visión y enfoque. Luego, el profesor Ricardo Lang dictó una breve clase respecto a lo que es el Diseño Industrial, utilizando los objetos cotidianos que los mismos alumnos portaban para explicar el campo de estudio de la disciplina: cómo habitamos. Por su parte, Michèle Wilkomirsky, profesora de Diseño Gráfico, utilizó la firma, algo muy propio de cada persona, como elemento para describir el quehacer del oficio, estableciendo el acto de elegirla como un primer acercamiento a diseñar. Para finalizar con las clases, el arquitecto y decano de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo, David Luza, se refirió a la extensión como campo de estudio de la Arquitectura, relacionado al cómo habitamos en la ciudad. Una vez concluidas las clases, los alumnos tuvieron la oportunidad de participar en una actividad práctica. Los profesores de Arquitectura Álvaro Mercado y Erick Caro hicieron introducción a lo que son las teselaciones, y luego les encargaron construir pirámides a partir de triángulos hechos con bombillas, en grupos y guiados por monitores de la Escuela.  Para dar término a la jornada, se invitó a los jóvenes a un ágape, precedido por un acto poético en que Manuel Sanfuentes compartió con ellos algunos versos de Amereida. Además, cada uno se llevó un regalo que les invita a pensar en su relación con el ser americano.