Travesía a Sao Miguel das Missoes 2006
30 de Octubre al 9 de Noviembre 2006
Esta Travesía de Amereida canta la apertura del continente Americano, su realidad primera la de ser un regalo. América hace su aparición en el mundo contrariando todo fin y propósito como una tierra regalada, este don es nuestro presente.
Es por eso que hemos partido a Sao Miguel por tercera vez, para vivir y construir la experiencia del regalo, para hacer del regalo un presente. Esta ha sido la experiencia que han vivido los alumnos y arquitectos de este Taller.
La obra que hemos iniciado aquí es un primer paso en la construcción del regalo en América, que tiene como fundamento la hospitalidad. Hospitalidad que es el ejercicio de oir al otro en el oficio, es este oir el que permite que una obra se levante, ya que oir es hacer aparecer el lugar,así la arquitectura se funda en el espacio de la disponibilidad.
Por esto el primer elemento que hemos propuesto para esta Plaza es una mesa, ya que ella es una forma del espacio de la disponibilidad entre los hombres.
En esta ciudad que fue fundada con un sentido de regalo desde la fe por las misiones, hoy queremos colaborar en la construcción de su espacio desde la modernidad. Este es el inicio de una obra en común, que quiere ubicarse en la vanguardia de nuestro presente americano al ser un equipamiento poético, la construcción de un presente, una mesa abierta.
Ahora la obra de arquitectura se ubica en la frontera de la creatividad, en este caso en una triple frontera, en cuanto al programa es un programa que va a tientas persiguiendo su posibilidad, quiere ser una mesa abierta, es la primera en un recinto de dominio público, es una posibilidad para recibir un rito urbano por venir, una mesa al aire libre para cien personas. Es cierto que tiene su antecedente en la Mesa del Entreacto de la Ciudad Abierta que nace de la vocación de hospitalidad poética que ahí se vive. La segunda frontera donde se ubica es técnica, está construida con la tecnología de los moldajes flexibles, ella se ubica en medio de la investigación de la forma del hormigón que llevamos adelante con el arquitecto canadiense Mark West; esta es la primera mesa hecha con esta tecnología y que augura una nueva posibilidad de forma para el hormigón aún en condiciones de gran exigencia como lo es la brevedad del tiempo disponible de una travesía. La mesa fue erigida en el breve lapso de cinco días. La tercera frontera es el horizonte creativo y fundacional donde se inscribe la travesía, esta obra que parte por concebir un espacio arquitectónico desde el ‘pormenor’, es decir, desde el espacio próximo al cuerpo, la mesa, y no por el recinto que contiene a la mesa, se inscribe dentro de la postulación de la construcción de la Capital Poética de América. Esta obra quiere ser un paso mas hacia la construcción de la posible realidad poética de América, la Amereida, que proclama a Santa Cruz de la Sierra como la capital poética de América. Una capital sin dominio sino con abertura, capital de la unidad del continente que surge de cantar su extensión como extensión, anterior a todo propósito.